Hace ahora dos meses uno o varios ladrones hicieron un butrón en una caja de caudales del Ayuntamiento de Úbeda y robaron 91 monedas de oro, una medalla de oro que la ciudad hizo para el rey Juan Carlos y 9.000 euros en efectivo. Un golpe audaz que dejó en evidencia las medidas de seguridad del palacio consistorial. La Policía sigue buscando una pista que le lleve hasta el ladrón o ladrones. Sin avances de momento, según todas las fuentes consultadas. Como si el oro de Úbeda se hubiera volatilizado sin dejar rastro.
En los primeros momentos de la investigación se barajó una línea de trabajo. Un ciudadano extranjero estuvo en el punto de mira policial. Posteriormente se confirmó que en el momento del robo esta persona ni siquiera estaba en España. Fuentes consultadas en Úbeda han indicado que tras cerrarse esa vía los investigadores de la Policía Judicial de la comisaría ubetense no han logrado hasta el momento abrir otra vía que dé resultados. «En este tipo de investigaciones son determinantes los datos recabados en los primeros momentos, en la inspección ocular y cuando el asunto aún está caliente», asegura un funcionario con amplia experiencia en casos relacionados con el patrimonio. Dos meses después el caso está frío, pero ni muchos menos se puede considerar cerrado.
Una de las claves está en determinar qué es lo realmente valioso de las monedas: su antigüedad o rareza que las hagan deseables para coleccionistas o el valor del oro. «No son monedas excepcionales ni demasiado raras», explican expertos en asuntos de patrimonio. Si acaso el valor histórico está en el conjunto: se podía considerar una colección de piezas de oro acuñadas entre 1766 y 1822 en distintas casas de moneda. ¿Una colección tan valiosa como para un robo por encargo? Ninguna fuente consultada se ha pronunciado de forma contundente al respecto. Pero esta línea llevaría a indagar en una delincuencia muy especializada. Y tarde o temprano las monedas podrían entrar en circuitos comerciales (anticuarios, subastas ...), donde la Policía podría rastrearlas.
Más de 90.000 euros
El otro móvil es el del robo por el valor del oro. Un peritaje realizado en 1985 determinó que las monedas «son de una pureza que va entre los 22 a 24 quilates, con un peso que sobrepasa los 20 gramos cada una». Un kilo de oro de gran pureza puede llegar a valer alrededor de 46.000 euros (tomando como base la estimación de la Policía cuando dos días después del robo de Úbeda encontró un kilo de oro en otra operación en Madrid). De la caja fuerte de Úbeda salieron casi dos kilos de oro de calidad (1.820 gramos de las monedas más la medalla de oro macizo). Más de 90.000 euros.
«Si el objetivo era el oro, al margen del valor patrimonial, las monedas estarán ya fundidas casi con total seguridad», indica un experto en patrimonio. En este caso, el autor o autores podrían ser desde una banda altamente especializada con información muy precisa de lo que buscaban hasta un ratero con suerte que se aprovechó de que las medidas de seguridad eran prácticamente inexistentes para llevarse el oro de Úbeda sin dejar rastro.
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