viernes, 4 de enero de 2013

Noticia Ideal de Jaén: La propuesta de ordenanza de terrazas no convence a los hosteleros del casco histórico


El último pleno de la corporación municipal ubetense desestimó la aprobación inicial de la Ordenanza Municipal de Terrazas y Veladores, al contar con los votos en contra de todos los grupos de la oposición, salvo IPdU que se abstuvo. Fue así porque dijeron ver incoherencias y cierta desorganización en la propuesta del equipo de gobierno.

Y de la misma forma dijeron que esta nueva normativa no ha sido consensuada con el sector hostelero, y tampoco con el sector comercial al que le afecta indirectamente. De esta forma, la ordenanza volverá a la comisión correspondiente donde se volverán a revisar sus contenidos.

La concejal Virginia Ruiz manifestó que «se vuelven a poner trabas a la necesidad de conciliar el interés particular de los establecimientos con el interés general de los vecinos». Y es que, a su juicio, se ha dado marcha atrás al hecho de iniciar «de una vez por todas» una regulación que admite además la presentación de alegaciones de los afectados. El compromiso del equipo de gobierno, agregó la concejal, es «conseguir una ordenanza que beneficie a todos y ponga por fin solución a un problema histórico en esta ciudad».
Contra esta ordenanza que, de momento, sigue siendo un borrador, se han presentado algunas alegaciones desde la recientemente constituida Asociación de Cafeterías, Pub, Bares y Restaurantes del Casco Histórico de Úbeda, cuyos integrantes entienden que en muchos aspectos la normativa no se ajusta a la realidad del sector.

Entre otras cosas afirman que, aún afectando a la totalidad de la ciudad, la ordenanza incide de una manera más intensa en los establecimientos el centro histórico, haciéndola, si cabe, más restrictiva a las empresas allí situadas, lo cual creen que supondrá un gran esfuerzo económico y perjudicará la dinamización de la zona monumental.

Consideran igualmente que no se valoran las terrazas de veladores, tan defendidas en otras muchas localidades, y ven desmesurado el apartado de sanciones e infracciones, ya que sin apertura de expedientes ni plazos lógicos, la autoridad competente puede llegar a revocar la licencia de terraza, a veces simplemente con una falta leve, cosa que creen que deja al empresario en una posición de indefensión total.

Capacidad

Aunque el punto más importante y preocupante para el colectivo es el que hace referencia a la capacidad máxima de cada terraza, la cual se obtiene de multiplicar el aforo del local por el factor 1,30, admitiéndose con carácter general la instalación de 6 mesas y 24 sillas con independencia de dicho aforo. Y se fija en 20 el número máximo de mesas autorizable por terraza, lo que supone un aforo máximo para la terraza de 80 personas.

La asociación de establecimientos del casco histórico cree que estas cifras son «injustas e ínfimas» pues «se está limitando enormemente una parte importantísima y fundamental de negocio, que perjudicaría a los negocios más pequeños o de escasas dimensiones, los cuales se verían en clara desventaja frente a los más grandes y casi en la necesidad de cerrar debido a la merma de ingresos por este enorme recorte».

De esta forma, piden que se aumente el número de mesas, por puro criterio de lógica y equidad con los denominados bares-quiosco que carecen de aforo y se les asigna un máximo de 10 mesas. O que se estudie cada caso en función de sus características.

Arbitrariedad y ambigüedad
Sobre las limitaciones para la protección del paisaje urbano, de ambientes o de edificios, creen que es un artículo arbitrario y ambiguo en el que no se indica quiénes son los «protectores» y en qué «gustos» se basan. «Se le da al Ayuntamiento la capacidad de no permitir una terraza o reducirla, aún cumpliendo con todos los requisitos, sólo por unas apreciaciones totalmente subjetivas sobre valores estéticos del que en cada momento decida sobre lo que queda bien o queda mal en una plaza, paseo o en otros espacios similares», añaden.

Por otro lado, no entienden que se limiten las estructuras fijas a 24 metros cuadrados si el entorno permite mayor amplitud, y opinan que debe contemplarse el anclaje si por cuestiones de seguridad así resultase necesario y así lo aconsejen las razones obvias de peso y dimensiones. Y tampoco ven bien que haya que recoger todo el mobiliario en el interior del local porque «somos muchos los negocios que no disponemos del espacio suficiente». En consecuencia entienden que debe permitirse la adopción de medidas de almacenaje, como lugar y altura de ocupación en su apilamiento.

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